Notielcristiano.- Después de la cena de pascua Jesús se retira a orar en un huerto de olivos llamado Getsemaní, se va con Pedro, Santiago y Juan; “orad que no entréis en tentación”, les dice.
Apartado se arrodilla y con su rostro en el suelo pide; “Padre mío, si quieres pasa de mí esta copa, pero que no se haga mi voluntad sino la tuya”. Tres veces pidió que si fuese posible pasara de él esa hora amarga.
El evangelio de Lucas detalla que un ángel se le apareció para confortarlo. Él estaba en estado de agonía y oraba intensamente, incluso sudó sangre, relata Lucas.
En Mateo por su parte se describe que le comentó a sus discípulos “mi alma está muy triste, hasta la muerte” y les pidió que velaran con él, sin embargo tres veces fue a verlos y los halló dormidos. “¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”.
Este pasaje muestra la vulnerabilidad de Jesús y su condición humana; sufre angustia, dolor, tristeza y abandono, aun así se mantiene firme en su convicción de cumplir, obedecer al Padre, cumplir su voluntad. Sabía que había llegado lo hora; debía cargar los pecados y la culpa de la humanidad para limpiar los pecados con su sangre.
Se acercaban ya los soldados y el sanedrín, guiados por Judas para arrestarlo.
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