Notielcrsitiano.- Desde el pretorio de Pilatos hasta un lugar llamado el Gólgota (la calavera) este fue el recorrido de Jesús hasta su último aliento.
En el pretorio fue azotado por Pilatos y sus soldados quienes lo vistieron con un manto púrpura y le pusieron una corona de espinas, le golpeaban en la cabeza con una caña, le escupían. Después de haberle escarnecido, le desnudaron la púrpura, y le pusieron sus propios vestidos.
Cuando lo entregaron para que lo crucificaran Jesús estaba con el cuerpo magullado y desgarrado por los golpes, con la cara bañada en sangre. Ahora debe cargar la cruz hasta ese lugar donde sería ejecutada la sentencia. Un hombre fue obligado a ayudarlo en el camino.
Al llegar al sitio fue crucificado, pusieron en el madero un cartel que decía ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS, aún en la cruz sus perseguidores trataban de humillarlo, diciendo; “sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz”. Los soldados también le escarnecían, acercándose y presentándole vinagre para beber.
Mientras tanto el sol se oscureció por horas y hubo tinieblas, en su agonía Jesús dijo a gran voz: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”
Con su último aliento expresó: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” y expiró
Para asegurarse de su muerte y por órdenes superiores un soldado traspasó el costado de Jesús con una lanza.
“Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron; y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron”.
Mt 27: 32-50 Mr. 15.21-41; Lc. 23.26-49; Jn. 19.17-30
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