Prensa El Cristiano.- Durante 22 años Edgar Hernández consumió cocaína, pero eso cambió después de aceptar a Jesucristo en su vida.
Narró que hace años se fue a vivir a Maturín, estado Monagas, con su pareja porque había construido una vivienda, tras comprar un terreno allí. Renunció a su empleo en Caracas para hacer una nueva vida en la entidad oriental de Venezuela.
Sin embargo, nada había cambiado, seguía consumiendo cocaína en Maturín; pero un día se estaba durmiendo y escuchó una voz que le decía Santiago. No le dio mucha importancia pero de nuevo se repetía el nombre, Santiago, entonces se levantó de la cama para buscar de dónde provenía la voz y saber quién es Santiago.
Cuando salió de su vivienda había un culto de cristianos en el frente de su casa, los hermanos lo invitaron a entrar al servicio. Mientras estuvo con ellos comenzó el proceso de cambio en su vida y se le predicó del libro de Santiago, lo que le hizo concluir que fue Dios quien lo llamó.
Así pasó el tiempo con oración, ayunos, doctrina, alabanzas y el aceptar a Cristo Jesús en su corazón, así fue el proceso de Hernández, quien ahora está residenciado en Caracas y tiene a su esposa e hija, de 15 años.
Desde su conversión atrajo a sus padres al evangelio y ahora asiste a la Iglesia Ministerio Tablitas de Salvación (MITSA) ubicada en el km 0 de la Carretera Panamericana, parroquia Coche en Caracas.
En MITSA Hernández es diácono y junto a su familia asiste al templo para servir a Cristo
Jesús.
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