Prensa El Cristiano.- Una vida de fiestas, mujeres y alcohol
sin control tenía el venezolano Alfredo Martínez, antes de convertirse
en creyente en Cristo Jesús.
Contó Martínez que cada fin de semana salía con sus amigos
para hacer vida social alejado de los principios y mandamientos de Dios. Dice
que tuvo una novia a quien amaba.
Dejó tomar, fue le fiel, le compraba regalos, le daba
cariño, aseguró Martínez, quien resaltó que su cotidianidad cambió para agradarle
a su novia; pero ella nunca lo valoró como su pareja.
Para él era su amor de toda la vida, hasta que ella decidió
dejar a Martínez, quien entró en rebeldía porque su amada se apartó de él. No
comprendía la situación, lo que lo llevó a caer en depresión.
Comentó que se quería morir porque lo dejó su novia. Durante
el duelo en el sector de Las Mayas en El Cementerio corrió alocado hacia un
tiroteo entre bandas para morir baleado; pero el intercambio de disparo se
detuvo cuando se colocó en el medio, hecho sorprendente dijo.
Su familia lo ayudó a mejorar y sanar; sin embargo, sentía odio y rencor contra la ex novia.
Después de dos años volvió encontrarse con ella en una reunión, y su
orgullo lo llevaba a agredirla; pero no lo hizo. Dios le habló y le ordenó
darle un abrazo para perdonarla, así lo hizo y cuando le dio el abrazo, ella
fue quien le pidió perdón por no valorarlo como su pareja, y él también hizo lo
mismo, ambos se perdonaron.
Luego del intercambio entre los dos, contó Martínez, su vida
entró en paz y se motivó a asistir a los cultos en el Ministerio Apostólico
Profético Nueva Generación, ubicado en el la parroquia Santa Rosalía de
Caracas.
Ahora su relación con Dios es tan cercana que Martínez es pastor
de la Iglesia Nueva Generación, además tiene a su familia y agradece a Cristo
Jesús cada día por haberlo encontrado.
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