En Kenia, Paul Mackenzie Nthenge,
autoproclamado líder de la iglesia Internacional Buenas Nuevas, fue arrestado
bajo sospecha por la muerte de al menos 58 personas quienes participaron en un
ayuno extremo.
Al inicio de esta investigación,
la policía keniana fue informada sobre un grupo de integrantes de dicha iglesia
que estaría ayunando hasta la muerte, convencidos de que se encontrarían con
Jesús.
El 14 de abril los oficiales
localizaron durante unas redadas a cuatro personas fallecidas y otras once en condición
crítica en un bosque.
Continuaron investigando los
señalamientos de presuntas fosas comunes relacionadas con este caso y este fin
de semana hallaron a otros cadáveres en los terrenos de una finca propiedad de
Mackenzie.
Hasta el domingo 23 de abril se
contabilizaron 39 cadáveres, entre ellos niños, y familias completas. Los
oficiales han descubierto 65 posibles tumbas, en un bosque por lo que
continuarán las excavaciones en la localidad de Malindi.
El mes pasado dos niños murieron
por inanición delante de sus padres, quienes son miembros de esta iglesia.
En esa ocasión Mackenzie fue
arrestado y salió bajo fianza, fue arrestado nuevamente el 15 de abril y ahora
está en huelga de hambre como protesta por el trato recibido, según señalaron
los medios locales.
“A primera vista, se han cometido
crímenes a gran escala según la ley de Kenia y el derecho internacional. Si
bien el Estado respeta la libertad religiosa, esta horrenda plaga debe
llevarnos al castigo más severo posible para el o los perpetradores y a una
regulación más estricta”, señaló hoy el ministro de Interior keniano, Kithure
Kindiki, a través de su cuenta de Twitter.
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