Jesús Lugo tenía 20 de edad antes de ser creyente en Cristo Jesús, quien renovó su vida con familia y bienes materiales después de aceptarlo en su corazón.
Lugo recordó que vivía en los vicios del alcohol, fiestas, droga, fornicación y como hurtaba a cualquier transeúnte que se cruzara en su camino. Era una vida loca, sin rumbo, ni dirección de Dios en ese entonces.
Para él fue difícil el proceso al llegar a los pies de Jesús de Nazaret porque empezó a quitarle todo lo material, a tal punto de dejarlo solo, sin nada.
Cuando se percató de que no tenía nada, entró en razón de lo que estaba haciendo con su vida.
Así fue como buscó a Cristo Jesús para sanar todas las heridas, iniciando una vida nueva para servir al Padre Celestial, comentó Lugo, quien tenía la semilla de fe porque sus padres terrenales eran seguidores del Maestro de Galilea.
Es una ventaja haber nacido en un hogar con principios y valores revelados en las Sagradas Escrituras porque yo ya tenía conocimiento de los libros de la Biblia.
Así fue como ahora el evangélico Lugo, ya con seis años siguiendo a Cristo Jesús, es una persona renovada; con hijos, vivienda y familia, con un hogar digno.
Cristo no solo le devolvió todos los bienes, ahora Lugo es predicador de la palabra de Dios en las calles como en el bulevar de Catia, donde interpreta el volumen de la ley a todo público.
Lugo no cumple ninguna función en la Iglesia Evangélica Pentecostal Monte Sinaí, ubicada cerca de la estación de metro Pérez Bonalde parroquia Sucre de Caracas; sin embargo, interpreta la palabra en el evangelismo de calle.
Texto: Charles Delgado
Foto: freepik
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