A una niña antes de dormir sus padres le leen un libro,
hablan con ella o simplemente se acuestan a dormir hasta el día siguiente, esa
es una rutina normal para un infante de doce años; pero no fue así para Efrany
Ramos porque ella no podía dormir.
Contó Ramos, ya una mujer adulta con su hija adolescente,
que cuando era niña le hablaban demonios, escuchaba voces y siempre tenía miedo
cuando entraba la noche, se desesperaba porque debía estar en vela toda la
noche porque no podía dormir mientras los demás sí lo hacían con normalidad
narró.
Ante la situación recuerda que su madre la llevó a un centro
de espiritismo, donde le hicieron unas series de rituales oscuros; pero nada le
daba la paz. Por no haber solución la llevaron a santeros, quienes le hicieron
también cultos y demás procedimientos para alejarla de esos espíritus malignos.
Al pasar los años agudizaba el mal momento de Ramos, ya su
mamá no encontraba cómo resolver el problema espiritual presente ella, dice
quien pasó 15 años de su niñez sin poder
soñar.
No conocía a Cristo
Mientras crecía, ya como adolescente, Ramos empezó a
socializar con personas que la llevaron a tomar alcohol y amaneceres día tras
día, para Ramos ese ambiente mundano era ideal porque no dormía y se mantenía
despierta cada noche, además al estar sedada podía “dormir” por el cansancio de
las fiestas.
Así andaba en el mundo; pero un día se acerca a una casa de
paz seguidora de Cristo Jesús, a quien no conocía, ni sabía de la existencia
del testimonio dejado por Dios con la Biblia.
En medio de su situación pérdida, Ramos decide creer y Dios
le habló en ese instante porque sintió una paz jamás sentida, explicó.
Los hermanos la invitaron a hacer la oración de Fe para ser
despojada de esos dominios malignos arrojados en su cuerpo, así que, Ramos
accedió a orar las palabras orientadas por los hermanos.
Rescata espíritu para
Cristo
Desde ese instante Ramos entró en un proceso de saneamiento
de su vida porque se fue alejando de los mundanos, así también en leer la
Biblia, asistir a los cultos dominicales y lo más importante obedecer al Rey de
Reyes y Señor de Señores, Cristo Jesús.
Resaltó lo difícil del proceso de la salida de esos demonios
arrojados en su cuerpo desde hace años, porque estuvo muchas horas, días,
semanas y meses en ayuno y en oración constante en su hogar y en iglesia.
Al pasar el tiempo narró Ramos, sin darse cuenta, el Hijo
del Hombre le alejó de los malignos y empezó a habitar en ella el Espíritu
Santo y reinó la paz que solo puede dar Cristo Jesús.
Destacó que Jesucristo es un Dios de poder porque ahora
puede dormir, siente el Espíritu Santo en ella, está sana y ahora es intérprete
de la palabra, predica su testimonio, además de ser una líder territorial.
La Iglesia Internacional le dio la oportunidad a Ramos de
ser responsable de las parroquias de El Valle y Coche de Caracas, donde organiza
jornadas de calle para llevar a los pies de Cristo a todo aquel caraqueño que
quiera. Se siente agradecida de Jesucristo porque si no fuese por él, no podría
criar a su hija adolescente.
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