Se reporta un creciente interés por la religión cristiana evangélica entre los reclusos en Argentina; desde ladrones, asesinos y todo tipo de criminales se declaran cristianos.
En el penal Piñeiro de El Rosario, un recluso de nombre
Jorge Anguilante, quien está pagando condena por asesinato, aprendió sobre el
evangelio en la cárcel, ahora es pastor y está llevando la palabra a otros
reclusos.
Jorge era un sicario y actualmente está condenado a 12 años
de prisión por asesinar a una persona con un disparo en la cara.
Dice que su antigua vida lo atormenta y recurre a la oración
para disipar los recuerdos que lo perturban.
Verónica Giménez, integrante del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y
Técnicas de Argentina explicó que la fe evangélica se ha expandido entre los sectores
más vulnerables, entre ellos los reclusos.
Argentina es un país de mayoría católica pero una encuesta
del Consejo Nacional realizada entre 2008 y 2019 revela que el número de católicos
bajó de 75,5% a 62,9% mientras que el porcentaje de evangélicos creció de 9% a
15,3%
Este incremento se reflejó en los recintos penitenciarios,
según la investigadora.
Así funciona
En la Cárcel de El Rosario al bloque evangélico se le conoce
como “la iglesia”. Los bloques evangélicos son permitidos desde hace dos
décadas por las autoridades en ese país.
Las unidades cristianas son similares a los otros bloques,
peros son más seguros y silenciosos.
En estos bloques evangélicos hay normas contra las peleas,
cigarrillos, alcohol o drogas, quienes infringen las normas son devueltos a los
bloques normales.
“llevamos la paz a las cárceles. Nunca hubo un tumulto entre
los bloques de células evangélicas”. Dijo David Sensini, pastor de la iglesia
Redil de Cristo que realiza labor evangelista en el penal de El Rosario.
Fuente: Acontecer Cristiano
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