A pesar de no conocer a Cristo Jesús, ni haber leído la biblia, ni orado nunca a Alcida Ruiz, una mujer joven de 25 años, la ayudó Dios para curar a su hijo de seis de años de edad, quien se encontraba en un hospital público en Caracas.
Ante el hecho, contó que sus padres la habían obligado desde
niña a ser católica, solo iba a misa a escuchar la palabra de los curas y
adorar a imágenes, más no a creer en Jesús vivo y sanador.
Recordó encontrarse sola en la habitación con su hijo, quien
empeoraba cada día por su caso en el piso 9 del centro hospitalario. Un día
narró Ruiz, varios hermanos seguidores de Cristo Jesús entraron en el cuarto
para hablarle de las Sagradas Escrituras, las cuales no conocía del mismo texto
solo sabía lo expresado por el obispo.
La oración tiene
poder
Al escuchar esa palabra Ruiz quedó esperanzada de creer que
Jesucristo podía sanear a su hijo de esa bacteria letal en su estómago. Después
de la despedida de los hermanos, a solas, ella oró con fe de rodillas en el
piso cerca de su pequeño infante acostado en la cama.
Días después de hacer la oración de fe los doctores le hicieron los exámenes al niño y sorprendentemente le anunciaron que su hijo sanó, no tenía nada, ya estaba curado de la infección estomacal que lo puso en peligro de muerte.
Desde ese día, recuerda Ruiz, se volvió creyente en Cristo
Jesús, a quien ahora le sirve en jornadas de calle y en la misma iglesia, donde
asiste al culto dominical. Se siente agradecida con Jesucristo por salvarle la
vida a su hijo.
Ruiz es una cristiana activa en la Iglesia Rhema
Internacional, ubicada en la parroquia de El Valle desde hace nueve años. Su
función de obrera dentro del templo, la hace ser útil para la obra de Dios en
la tierra.
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