El pasado domingo 05 de junio varios hombres armados atacaron
la iglesia católica de San Francisco Javier, en la localidad de Owo, estado de
Ondo, durante un servicio religioso.
Los criminales mataron a balazos a 38 cristianos, entre ellos
cinco niños. También se reportaron más de 60 heridos, que fueron llevados a los
hospitales de la localidad.
Aún no hay detenidos por este hecho. La policía local
reportó el hallazgo de tres explosivos
sin detonar, dentro y fuera de la iglesia.
El portal de Aci prensa señala que el P. Mateo Ologun,
Coordinador de Salud de la Diócesis de Ondo, agradeció la solidaridad del
pueblo con las víctimas, y dijo que siguen necesitando ayuda económica para apoyar
a los heridos y sus familiares.
Se especula que los posibles responsables de esta masacre
son grupos violentos de mayoría musulmanes. Sin embargo la policía local no ha
hecho declaraciones al respecto.
Los obispos de Nigeria condenaron “el derramamiento de
sangre en la casa de Dios” y pidieron al gobierno que capture y lleve ante la
justicia a los criminales.
El secuestro
También se confirmó que unas horas antes del ataque varios
hombres armados secuestraron al sacerdote nigeriano, Christopher Itopa Onotu,
del clero de la Diócesis de Lokoja, en ese país.
El secuestro ocurrió el 4 de junio en la residencia del
clérigo, ubicada en el estado de Kogi, que limita con Ondo.
Con información de aciprensa.com
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