Desde su acercamiento a los pies a Cristo Jesús, a la creyente
venezolana Gregoria Gómez le cambió su vida para mejor porque se alejó de los
chismes.
Gómez de 50 años de edad, contó que cuando no conocía a Dios
vivía divulgando falsos testimonios y hablando mal de otros al reunirse con sus
amigas, familiares y conocidos. Eso cambió en su vida tras a conocer a Jesús
Nazaret.
Resaltó los problemas vividos en esas reuniones de tarde con
café; pero desde su llegada a Cristo Jesús, ya no habla mal de nadie sino que
se dedica a leer Las Sagradas Escrituras, orar, ayunar y visitar los cultos los
domingos.
Ahora vive con su hijo por la Calle Cajigal en la parroquia
El Valle de Caracas, asiste a la Iglesia Fuente de Cordero, donde le agradece a
Jesucristo por alejarla de desagradables encuentros con falsos amigos y de
seguir una vida normal con su familia.
Prensa El Cristiano.
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