Su nombre real es Juanita Argelia Arévalo Delgado, tiene 59 años y es peruana, pero se hizo pasar por puertorriqueña para engañar a los feligreses de una iglesia cristiana en la región Áncash, Perú.
Por quince años esta mujer engañó a los seguidores de la iglesia Bienvenido Espíritu Santo, haciéndose pasar por Aracely Weston Ojeda. Ella llegó a la región afectada en 1999 y dijo ser pastora y que ayudaba a los misioneros puertorriqueños.
En algún momento empezó a pedir dinero para “difundir la palabra” y “ayudar con el sustento de unos misioneros de la isla en Perú”.
Los devotos creyeron en su palabra y así logró hacerse con el dinero amasando casi un medio millón de dólares, según la investigación que adelanta la fiscalía asignada al caso.
Cuando descubrieron su verdadera identidad comenzó a salir a la luz el plan que había ideado para timar el dinero de los fieles, pues solicitó que le hicieran las transferencias a nombre de “la hermana coordinadora Juanita Argelia Árevalo Delgado”, su nombre real.
Algunos creyentes le dieron grandes sumas de dinero, otros fueron más modestos, lo cierto es que logró reunir gran cantidad. Los hermanos comenzaron a sospechar cuando los nuevos misioneros no llegaban a Perú y ella empezó a dar excusas y cambiando las fechas.
Descubierta
En 2016, un miembro de la iglesia descubrió su verdadera identidad y la denunció formalmente. Otros que fueron engañados solo se retiraron de la iglesia sin formular la denuncia.
Tras una investigación parcial, supieron que la mujer utilizó el dinero para sus gastos y en viajes a Ecuador, donde vivía por temporadas.
La Fiscalía levantó el secreto de la cuenta bancaria en moneda extranjera de la estafadora, donde hubo movimientos por unos 466 mil dólares.
El abogado que la defiende alegó que ella utilizó otro nombre en la iglesia porque es una práctica de “las sectas religiosas”.
Aunque en 2022 fue declarada culpable del delito contra el patrimonio en la modalidad de estafa agravada, la mujer sigue libre. El abogado apeló el fallo porque según él “no se había demostrado el engaño” y el proceso se había realizado como una estafa contra todos los integrantes de la iglesia.
Arévalo Delgado se mantiene en libertad. Tendrá que devolver el dinero, pero si acata la ley, jamás se verá tras las rejas.
Fuente: Infobae.com
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