Yamileth Rojas era una mujer dedicada a su esposo, tomaba licor, iba a fiesta y demás costumbres cotidianas de cualquier fémina del mundo.
Contó cómo le cambio la vida al recibir a Cristo Jesús como
su Dios único, quien murió en la cruz por su pecado y resucitó al tercer día.
Desde ese momento dice empezó el proceso de transformación en su vida.
Narró que se encontraba en la Plaza Bolívar de Caracas,
capital de Venezuela, cuando escuchó a un predicador interpretar las
Sagradas Escritura; hablar de las señales hechas por Cristo Jesús en su
ministerio terrenal.
Tenía 36 años de edad cuando aceptó a Jesús de Nazaret en su
vida, hecho resaltante porque cambió en todo, hasta de esposo, quien la llevó a
los pies de Jesucristo.
Ya han pasado diez años, desde ese instante en su vida dice. Ahora, con 46 años de edad, Rojas sigue en pie aferrada a Cristo Jesús porque cree en él como su Dios vivo. Hace meses murió su esposo por la activación de otras enfermedades al contagiar de la Covid-19; pero a pesar de sentirse triste y afligida por la partida física de su pareja se mantiene aferrada en Cristo Jesús, a quien le canta alabanza a capela en la iglesia Yo Soy Jesucristo Tú Salvador, ubicada en la Plaza Sucre del bulevar de la parroquia Catia.
Con su vestimenta de falda larga color negro, zapatillas y
camisa Rojas visita el templo abierto en la Plaza para sentir al Padre
Celestial en ella en estos instantes difíciles de su vida Rojas.
Texto: Ch D
Foto: Freepik
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