La vida en el mundo de Pedro Arena era agitada, hace diez
años cuando trabajaba como conductor de transporte para el programa del Aló
Presidente del presidente de Hugo Chávez.
Su vida cambió cuando fue secuestrado y llevado a un sitio
cercano a Caracas llamado Paracoto, donde lo amordazaron para robarlo, lo
hincaron y le colocaron una pistola en la cabeza para asesinarlo.
Para ese momento Arena no conocía a Cristo Jesús, no sabía
nada de él por lo que entró en desesperación.
El asesino apuntándolo en la cabeza, le pidió que
pronunciara sus últimas palabras antes de apretar el gatillo; pero algo ocurrió
porque el criminal le dijo que se levantará y se fuera del lugar.
Contó Arena que mientras esperaba el disparo, en su
pensamiento, se comprometió a servirle a Cristo Jesús el resto de su vida
porque no deseaba ir al infierno sino al cielo.
Desde ese instante la vida de Arena cambió para iniciar un
proceso de restauración en su cuerpo y mente. Se dirigió a una iglesia
evangélica, donde cayó hincado a los pies de Cristo.
Jesucristo también lo sanó de una mano torcida, azúcar en la
sangre y los problemas con los riñones.
Tras recibir de parte de Cristo Jesús esa sanación completa
de su cuerpo Arena comenzó a ser más activo con la Palabra de Dios hasta llegar
a ser predicador de la Iglesia Maranatha en el núcleo Parque Central en
Caracas.
Tras pasar diez años de lo sucedido, Arena a sus 66 años de
edad sigue recibiendo sabiduría y abundancia de parte de Jesucristo. Comentó
que recientemente, le dieron a cuidar un apartamento por alguien desconocido,
quien se fue del país. “Sí Dios quiere podría tener vivienda propia” agregó
Arena.
Desde el bulevar de Catia, lugar de evangelización del
Programa El Evangelio Cambia de la Iglesia Maranatha, Arena predicó Las Sagradas
Escrituras, las cuales las interpreta con Fe para todos caraqueños.
Texto: ChD
No hay comentarios:
Publicar un comentario