miércoles, 6 de abril de 2016
Pastor evangélico vinculado paraíso fiscal en Panamá
Desde el domingo 3 de marzo, fecha en la cual se hicieron públicos en la página Panamá Papers, los documentos filtrados del bufete de abogados Mossack Fonseca, cada día hay una nueva revelación de personas que han abierto o han tenido relación estrecha con ese bufete para abrir compañías en paraísos fiscales.
En esta oportunidad se revelan datos muy curiosos del pastor evangélico Javier Bertucci, líder de la Iglesia Maranatha en Venezuela y director de El Evangelio Cambia, quien además tiene una importante cantidad de empresas registradas dentro y fuera de Venezuela que le han permitido tener una exitosa carrera como empresario.
En el estado norteamericano de Florida, Bertucci es director de una compañía de venta de equipos médicos. Además, a través del bufete Mossack Fonseca el pastor tanteó la posibilidad de ser el presidente de una empresa, valorada en 5 millones de dólares, en un paraíso fiscal, de acuerdo con una serie de correos electrónicos entregados al diario alemán Süddeutsche Zeitungin.
También aparece como director de la empresa Biometrix-Med Equipment Corp, creada en junio de 2013 con sede en Florida y con el objeto de la compra-venta de bienes y servicios. El mando de esta compañía lo comparte con Nicolás E. Aular, empresario venezolano, presidente de las sociedades mercantiles Gallery Aviation INC y Luxury Auto Sales USA INC, y quien en 1998 estuvo detenido e involucrado, según publicara el diario Notitarde en su momento, en un caso de comercialización en territorio venezolano de vehículos importados “de procedencia dudosa”.
De acuerdo con los registros de Import Genius, una de las bases de datos de tráfico portuario más grandes del mundo, Bertucci ha importado productos desde Estados Unidos hacia Venezuela. La última importación registrada a su nombre se realizó en enero de 2015 donde recibió manufactura de cerámicas, en Puerto Cabello, a través de la embarcación Port Everglades. Anteriormente habría importado hornos microondas, licuadoras, mobiliario, canillas o grifos de uso doméstico, muebles frigoríficos, entre otros.
Bertucci también tiene relaciones con la industria petrolera en Venezuela. Bertucci es el representante de la empresa Minería H6 2.8 que se encarga de vender diluyente para la mezcla de hidrocarburos a compañías como Recicpetrol C.A. Esta última ofrece toda clase de trabajos relacionados con la industria petroquímica y metalúrgica.
A través del bufete Mossack Fonseca el pastor tanteó la posibilidad de ser el presidente de una empresa, valorada en 5 millones de dólares, en un paraíso fiscal, de acuerdo con una serie de correos electrónicos entregados al diario alemán Süddeutsche Zeitungin.
Sin embargo, Desiré Obadia, cliente intermediario de la empresa y la persona encargada de negociar con Mossack Fosseca, niega que la transacción alguna vez se haya completado. “El pastor Bertucci quería estar en mi compañía para que ésta importara la carne y se la vendiera a su empresa nacional. Pero para importar necesitas conseguir licencia de importación y dólares de Cadivi (Comisión Nacional de Administración de Divisas, el ente creado por el estado venezolano en 2003 para administrar las divisas). Nunca se dieron las dos cosas. Si se trae alimentos a dólar libre, no hay Dios que la compre”, explicó Obadia
Armando.info intentó contactar, en diversas ocasiones, a Javier Bertucci, pero a la fecha de publicación de este reportaje no se ha recibido respuesta.
Fue presidente de la empresa Tecnopetrol C.A, encargada de vender y exportar residual sulfónico y productos químicos solventes. Actualmente este negocio se encuentra en proceso de descapitalización e inhabilitado para contratar para el Estado venezolano. En 2010 el pastor fue imputado y llevado a juicio como representante de Tecnopetrol C.A por contrabando agravado y asociación para delinquir, según quedó expresado en el expediente GP01-R-2010-000234.
Javier Bertucci fue detenido y luego imputado por contrabando agravado y asociación para delinquir considerándose lo sucedido como un hecho “en perjuicio del Estado Venezolano”. El 4 de julio de 2010 se le impuso una medida de arresto domiciliario y el 30 de septiembre de ese mismo año se le aprobó un permiso para ausentarse de su residencia sólo para dar sus prédicas en la Iglesia Maranatha.
Finalmente, el 20 de diciembre de 2010 el tribunal decidió que debía presentarse periódicamente y le prohibió la salida del país sin autorización la medida de arresto domiciliario. A la fecha, el Tribunal Supremo de Justicia no tiene registro de una sentencia firme sobre este caso.
Apenas le fue removido el arresto domiciliario, Bertucci dio la noticia a los fieles de su congregación en una transmisión. “A pesar de la persecución de los enemigos del reino, Dios se impuso”, dijo entonces. Dio las gracias por el apoyo a sus seguidores y concluyó: “Este no sólo es el principio de mi libertad, que ya la tenemos, sino que es el principio de lo que Dios va a hacer por este país”.
Cuando se les pregunta a algunos de sus seguidores sobre la faceta empresarial de Bertucci, la respuesta es siempre la misma: “Es una persona humilde. Todo lo que él hace es siempre para poder darle a los demás”. A pesar del escándalo con el contrabando de Diesel, de las empresas a su nombre y de las críticas sobre el uso adecuado de los diezmos, cada domingo sus seguidores de todos los rincones del país se reúnen, con la misma pasión y euforia, a escucharlo y rendir alabanzas a Cristo al ritmo de la música.
La organización El Evangelio Cambia, de la cual es director Bertucci, es un grupo integrado por jóvenes que realizan artes escénicas, jornadas de salud y de acción social. En marzo, durante el escándalo de los mineros desaparecidos en Tumeremo, al sur de Venezuela, El Evangelio Cambia era el único grupo cristiano repartiendo comida a los familiares y demás habitantes del pueblo.
Fuente: sieteclicks.com
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