ECN.- El escándalo de la revelación de los usuarios de la web que fomenta el adulterio Ashley Madison ha salpicado a las iglesias evangélicas, según están informando diversos medios – sobre todo en Estados Unidos.
Stetzer dice que el número se basa en “conversaciones con
líderes de varias denominaciones en los EE.UU. y Canadá”, y agrega: “Para ser
honesto, el número de pastores y líderes de la iglesia en Ashley Madison es
mucho menor que el número de aquellos que buscan tener una aventura”.
Entre los casos de personas evangélicas de relevancia que
usaban la página para buscar una relación fuera del matrimonio se encuentra
Josh Duggar, estrella de televisión conocido por su fe, y el vlogger cristiano
Sam Rader, con miles de seguidores.
Evitar Tragedias
Ante la situación, muchos pastores están escribiendo estos
días con respecto al adulterio, el divorcio, la restauración o la disciplina en
la iglesia. Franklin Graham escribía un post en Facebook donde mostraba su
preocupación, no sólo por la revelación de las infidelidades, sino por sus
consecuencias. “Trágicamente, algunos se han suicidado por la vergüenza y la vergüenza de su pecado al ser hecho público”, escribió Graham.
“El efecto dominó de esta exposición ha sido multifacética [sic], incluyendo fraudes y extorsiones de clientes desesperados para detener la exposición de su infidelidad. Si usted está viviendo con miedo a causa de sus pecados, quiero que sepa que sus pecados pueden ser perdonados”, continuó Graham.
Thomas Rainer, presidente de LifeWay Research, vinculado a
los Bautistas del sur, escribió que “el adulterio no es nuevo en el mundo
cristiano”, y sugirió varias "formas en la que tanto los líderes de la
iglesia como los miembros pueden hacer frente al escándalo”.
Los pastores “deben acompañar” a aquellos que reconozcan el
adulterio y “abordarlo con gracia” .“Ser lleno de gracia no significa que
minimizamos los pecados de adulterio, la mentira y la traición”, escribió.
“Pero es muy triste y trágico cuando los cristianos en la lista tienen que tener miedo y menos esperanza que los no creyentes en la lista. Me temo que algunos cristianos tomarán una actitud legalista y de juicio, cuando la gracia debe ser lo que reine”.
El objetivo del ministerio a aquellos que han cometido
adulterio es “la restauración del cuerpo de la iglesia”, agregó Rainer,
reconociendo la disciplina de la iglesia como un camino potencial para la
restauración.
“Se tardará meses, incluso años” para curar estas heridas.
“Los pastores y otros líderes de la iglesia debe estar preparados para hacer
frente a esto a largo plazo”, expresó.
Confesión y Restauración
Por su parte Ed Stetzer escribió un artículo para aquellos que han cometido adulterio. “Lo primero”, dice Stetzer, es “no quitarse la vida”. “No importa lo grande que sea la ofensa, el suicidio no es la manera de enfrentar el fracaso”. En los últimos días se han registrado varios casos de suicidio de personas cuyo nombre aparecía en la lista de Ashley Madison.
Para Stetzer es importante que “se reconozca el daño” y se
proceda a la confesión “a Dios, a su pareja, a alguna persona de confianza más,
y en el caso de los pastores, “a la iglesia”.Por su parte Ed Stetzer escribió un artículo para aquellos que han cometido adulterio. “Lo primero”, dice Stetzer, es “no quitarse la vida”. “No importa lo grande que sea la ofensa, el suicidio no es la manera de enfrentar el fracaso”. En los últimos días se han registrado varios casos de suicidio de personas cuyo nombre aparecía en la lista de Ashley Madison.
“Si usted ha cometido adulterio, ahora está descalificado
para el ministerio”, escribió a los pastores. “Si usted estaba inscrito para
Ashley Madison (o cualquier sitio similar), pero nunca tuvo una relación
física, aún así debe confesar (…) Si su iglesia considera que este registro lo
descalifica para el ministerio, o al menos requiere un largo descanso para
asesoramiento (que yo recomiendo), confíe en Dios, y ame a su iglesia”,
escribió Stetzer.
Stetzer concluyó recordando que el cuidado de Dios se
extiende incluso a los pastores que cometen adulterio. “Tú has causado dolor,
sufrirás dolor, pero Dios sigue siendo el Gran Médico”, escribió Stetzer.“Él puede sanar su alma y las almas de los que te rodean. Puede que te sientas desesperado, pero no se desesperes” continuó Stetzer. “Llora por lo ocurrido pero mira a Dios y confiesa. El mismo poder que resucitó a Jesús de entre los muertos te puede restaurar. Y lo hará”.
Fuente: protestantedigital.com
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